
La propuesta plasma el valor de la tradición y el trabajo a través de ilusraciones propias y reinterpretaciones de reconocidas figuras del arte español.
A lo largo de los cuatro diseños se muestra parte del proceso de la elaboración tradicional del vino, realizando una diferenciación cromática de las variedades.
Las ilustraciones -realizadas a tinta- fueron posteriormente tratadas para su representación serigrafica a dos tintas, añadiendo esa pincelada humana y de matices en el diseño que empatizaría con el usuario aportando valor añadido al producto final y buscando ampliar el público objetivo del producto sin descuidar el actual.
