The Crazy Monkey, marca de zumo de 100% fruta exprimida, se encaminó al consumo habitual joven.

Colores vivos, personalidad, dinamismo a la par que cierta elegancia que empareje el producto con su precio final -debido a la calidad del mismo- han sido las premisas del diseño tanto de la marca como del packaging.

Parte de la personalidad de la marca consiste en el empleo de un logotipo principal y sus correspondientes cambios de color para cada tipo de fruta.

El packaging evidencia la fruta que contiene realizando un juego visual y conceptual entre el contendor (peladura/envase) y contenido (fruta/zumo).

Se realizaron adaptaciones a formatos de dos litros para su empleo en establecimientos hoteleros.