En 1997, sin haber terminado aún mis estudios de Ilustración y diseño gráfico en la Escuela de Arte de Zaragoza, una llamada de Juan Orensanz culminó en lo que fue mi primer trabajo profesional: un rediseño de portadas e iconografías para el Instituto Aragonés de Estadística.
25 años después el oficio ha cambiado mucho. Hábitos y motivaciones de consumo, canales de comunicación, técnicas de marketing y los métodos y usos propios de una digitalización nativa. Cambios que motivan para un constante replanteamiento del proceso creativo y el análisis del comportamiento de un público objetivo en constante evolución.
Tan flexibles como tu proyecto demande.
En España el 99.8% del ecosistema empresarial son Pymes. Empresas que necesitan adaptarse al mercado de forma rápida flexible y económica. Ahí es donde la contratación de autónomos asociados es una excelente opción para conformar equipos especializados que se adapten como un guante a las necesidades de tu proyecto.
Tan exigentes como tú.
El equipo lo formamos personas con más de 20 años de experiencia en los campos de la publicidad, diseño gráfico, dirección de arte y programación. Experiencia más que suficiente como para poder afirmar que sólo tú serás el que ponga límites a tu proyecto.
Comunicamos para vender.
Aún con todo, el objetivo de la profesión debe ser el mismo: supeditar la parte artística a la necesidad de comunicación y los objetivos de la industria.
Supeditar nuestro propio estilo a las necesidades de la comunicación es prioritario. Comunicamos para vender y nada se puede vender de la misma manera.
Alejarse de modas
Crear piezas atractivas, con las que el público se sienta identificado, pero que también soporten el paso del tiempo. Crear, a través de la comunicación, una vinculación formal y emocional de larga duración que favorezca la relación. Una imagen sólida que permita al consumidor identificarte y valorarte.
Objetivo: el cliente de nuestro cliente
El diseño o la dirección de arte nunca fueron cuestión de gustos, sino de aplicar las premisas empíricas que nos permitan llegar al consumidor. Empatizar favoreciendo la impronta de la marca. Saber llevar la marca al nivel de exigencia que el observador espera de ella.