En el planteamiento se buscó no sólo una modernización, sino una vinculación con el territorio, su historia y lo que representa. Un equilibrio entre modernidad y tradición que exude lo que el propio naming de la marca muestra.
Jaime I El Conquistador, rey que terminará de conformar la Corona de Aragón, se representa en imagotipo avanzando, persiguiendo su estrella.
Trazos manuales acompañados de tintas planas y enriquecidos con técnicas gráficas tradicionales como gofrados y estampados en plata. Los elementos conforman, a través de sus tintas planas una estética mediaval a la vez que moderna y limpia, impregnando desde el diseño de la etiqueta hasta el del capuchón, que con tipografía complementaria retocada nombra su cita del Libre dels feyts «per tal que els homes coneguessen e sabessen, quan hauríem passada aquesta vida mortal, ço que nos hauríem feit» con un claro simbolismo a la evolución de la calidad del vino de Cariñena.