«La presencia del blues, esa música llena de un sentimiento que procede directamente del corazón, camina delicadamente por entre las líneas de estos relatos salpicados de personajes que luchan por sobrevivir en un mundo de maniquíes, superficial, que se ha dejado aplastar por la frialdad mecánica.» Así dicta la novela de L.B. Moore «Metro blues», de la que porcede el nombre de la grupo.
Para el rediseño se buscabaron esas líneas curvas con colores fríos más cercanos al mundo del blues, jazz o soul que destacan en sus actuaciones. Estéticas quizá más en la onda de portadas de los 60 y 70 que a las derivas musicales actuales.
Era necesario marcar con un distintivo las dos formaciones de la banda -con y sin vientos- y, más allá de fabricar un añadido para las comunicaciones, se decidió integrar esa segunda pieza en un bloque que complementara la identidad sin romperla.
Más tarde se realizarían distintas sesiones fotográficas para complementar los trabajos de imagen corporativa en su web y los distintos perfiles en redes sociales y páginas de streaming.