El desarrollo de la marca vino marcado por la necesidad de irrumpir en el mercado nacional e internacional con un sello fresco pero estéticamente duradero.
Con el fin de popularizar dicha marca y huir de gráficas intitucionales, se recurre a referencias figurativas y cromáticas aplicadas sobre las estructuras del acrónimo.
El resultado llegó del inicio de una tira de celuloide coloreado de tonos intermedios entre el amarillo y el rojo de la bandera de Aragón y el camino dibujado por las dos primeras siglas, que recuerda las guías que recorre el celuloide en el proyector. Todo ello estructurado en una composición inclinada que ayuda a dinamizar la imagen junto a la redondez de sus estructuras, conformando así una marca moderna, rotunda, con personalidad y duradera.
En su website se trabajó bajo la premisa de acaparar las producciones aragonesas en un mismo sitio web englobando la información oficial del largometraje, así como destacar premios y elementos audiovisuales, reservando un espacio para la contratación de su proyecciones.
De esta forma no sólo se destaca la gran calidad del cine aragonés sino que se promueve su difusión y la del trabajo de agentes que contribuyeron a las producciones más allá de directores y actores o actrices.